ALTERNATIVAS VIGENTES EN INVESTIGACIÓN CONTABLE:

UNA INTRODUCCIÓN A SU ESTUDIO1

 

Sandra Silvana Aquel *
Lucía Cicerchia *

Facultad de Ciencias Económicas y Estadística

Universidad Nacional de Rosario


Resumen. En el ámbito de la investigación contable conviven actualmente distintas miradas sobre la contabilidad y lo que ella representa: la Teoría Contable Positiva, y agrupadas bajo el nombre de corriente Crítico-Interpretativa: la perspectiva interpretativa y la crítica. Estas visiones encuentran su correlato en las diferentes manifestaciones de la Teoría social moderna. A partir del análisis de las mencionadas posturas se concluye que, heredera del positivismo como teoría social, la teoría positiva presentará a la contabilidad como una práctica que se puede explicar y predecir, y que buscará en la empiria la validez de sus enunciados como vía para construir teorías sólidas. La corriente crítica interpretativa, en cambio, hunde sus bases en la hermenéutica y en la escuela crítica, y presenta a la contabilidad como un conjunto de prácticas con significación que afectan el mundo y la realidad social, como consecuencia de ello se está frente a una tecnología vital para el desarrollo de las relaciones sociales e institucionales de la sociedad contemporánea. El conocimiento de estas alternativas, se hace imprescindible para quienes deseen investigar en materia contable, ya que permite ejercer el derecho a optar por aquella que mejor se adapte a la problemática objeto de estudio.

Palabras clave: Teoría social moderna; Teoría positiva de la contabilidad; Corriente crítica – interpretativa.


Abstract. In the field of accounting investigation, different outlooks on accounting and what it represents currently coexist: Positive Accounting Theory, and grouped under the Critical-Interpretative current: the interpretative perspective and criticism. These views find their correlation in the different displays of Modern Social Theory. Based on the analysis of the mentioned opinions, it is concluded that, heir to Positivism as social theory, the Positive Theory will present accounting as a practice that can be explained and predicted, and that will search in empiricism for the validity of its statements as a means of building solid theories. The Critical-Interpretative current, instead, is deeply based on hermeneutics and the critical school, and it presents accounting as a set of significant practices that affect the world and social reality; thus it is a vital technology for the development of social and institutional relationships of contemporary society. Knowledge of these alternatives is essential for those who wish to do research into accounting, as it allows exercising the right to choose the one that best adapts to the issue under consideration.

Key words: Modern Social Theory; Accounting Positive Theory; Critical-Interpretative Currents.

 


1. Introducción

El objetivo del presente trabajo es realizar una primera aproximación al estudio de las perspectivas vigentes en investigación contable. Los diversos matices así como la variedad de autores con que se asocia a cada perspectiva, hace imposible su abordaje de manera completa y a eso obedece la necesidad de seleccionar; aun sabiendo que un proceso de selección es en sí mismo un acto de inclusión – exclusión. Como consecuencia de ello, se focalizará el análisis en la corriente de investigación positiva, en la investigación contable interpretativa y  en la perspectiva crítica.

El trabajo se limitará, en el siguiente apartado, a exponer de manera breve las características del positivismo, del interpretativismo y de la teoría crítica, como líneas argumentales de la Teoría Social Moderna. Se hará luego un estudio sobre cómo se traduce esa teoría en la investigación contable. Para ello se presentarán los supuestos básicos de la teoría contable positiva y de las corrientes crítica e interpretativa. Por último, se intentará poner de manifiesto a partir de las relaciones encontradas, algunas de las fortalezas y debilidades de cada perspectiva, que constituyan un disparador para la elaboración de futuros trabajos.

2. La teoría social moderna: positivismo, historicismo y materialismo histórico

2.1. Contextualización histórico – social2

El estímulo para la aparición de la teoría social moderna es la situación de crisis social originada por el desarrollo del capitalismo. En Inglaterra el desorden social se produce como consecuencia del advenimiento de la fábrica y la correlativa transformación del capitalismo que pasa de su etapa mercantil a la fase industrial (1750). En Francia, en cambio, se desarrolla un capitalismo de tipo manufacturero.

Al interior de la fábrica, los trabajadores manuales se encuentran sometidos a un régimen de contratación laboral que involucra extensas jornadas en las cuales no se respeta el tiempo de descanso y se emplean mujeres embarazadas y niños. La situación de hacinamiento a la que están expuestos, como consecuencia del crecimiento demográfico, fue caldo de cultivo en la transmisión de enfermedades contraídas originalmente en fábrica. Allí, las elevadas temperaturas originaron patologías que se transformaron en verdaderas epidemias y elevaron de un modo alarmante el índice de mortalidad.

En el marco del capitalismo francés,  los trabajadores en su mayoría eran no industriales. Dado que la economía se sostenía al ritmo de las buenas y malas cosechas, la situación social en Francia tuvo su punto de máxima tensión en el momento en el cual se combinaron una mala cosecha con el aumento de tributos por parte del rey para proteger los privilegios de clase. El conflicto se expresa políticamente en 1789, a través de un proceso revolucionario en la toma de la Bastilla, y jurídicamente en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Las dos revoluciones del siglo XVIII, la industrial y la francesa, son acontecimientos que complejizan al mundo social. La sociedad que funcionaba de manera ordenada hace crisis y eso plantea la necesidad de una reorganización social en busca de equilibrio. La sociedad occidental comienza a ser objeto de preocupación para una nueva disciplina, la Sociología, de la cual es parte la teoría social.

El positivismo, el materialismo histórico y el historicismo configuran dicha teoría social; cada una de esas perspectivas expresará sus respuestas y sus principios de solución al problema de la crisis, según sus supuestos acerca del mundo social. El positivismo encontrará la necesidad de crear una nueva ciencia social que resulte garante del orden. De acuerdo al materialismo histórico la ciencia es teoría y es acción, tiene como tarea la verdadera transformación social. El historicismo alemán, en cambio, verá la superación de la crisis en el aumento de la racionalidad.

2.2. Características generales de cada perspectiva teórica.

El positivismo es una interpretación teórica de la sociedad moderna que surge en Francia –y se proyecta a Inglaterra- en 1830 y domina el escenario intelectual durante la segunda mitad del siglo XIX. Dentro de esta línea de argumentación a favor de la ciencia, se ubican Augusto Comte y Emile Durkheim. Según Comte la tarea de la ciencia será conocer las leyes de la sociedad para ordenar sus cambios al describir, explicar y prever. En consonancia con los postulados de la ciencia experimental moderna, en cuanto a la metodología y al carácter mecánico y determinista, este autor se vale de la explicación causal para estudiar a la sociedad como si fuera un sistema natural de evolución predecible. Comte se instalará así muy cerca de la concepción predominante de la ciencia que postula la necesidad de constituir aquella de la sociedad como totalidad, y cuyo desarrollo está íntimamente ligado al impulso capitalista.

La mirada de Durkheim evidencia preocupación por el estado en que se encuentra toda la esfera de la vida colectiva debido al desenvolvimiento que han tomado las funciones económicas. La economía es cada día más especializada, la industria se ha convertido en el fin supremo de los individuos y de las sociedades y el poder gubernamental ha dejado de ser el regulador de la vida económica, para convertirse en su instrumento y su servidor. Así, el  desarrollo de la industria y la extensión casi indefinida del mercado ha instalado un estado de crisis y de anomalía que prácticamente es constante, se lo percibe normal. En esta situación sólo la ciencia aparece como remedio, la ciencia de la moral.

Oponiéndose a esta tesis aparece una perspectiva crítica en las primeras respuestas que provoca Marx con sus teorías, por las consecuencias desfavorables que tendría para el proletariado la producción en gran escala. Es esta una mirada que considera al capitalismo  un modo de producción conformado por una estructura social desigual y que promueve el desarrollo de relaciones sociales antagónicas. La tarea de la investigación científica es develar ese antagonismo o contradicción y mostrar que en la explotación se halla la clave explicativa del capitalismo. La tarea de la ciencia tal como la entiende este autor será teórica, pero fundamentalmente práctica, de transformación social.

En Alemania con posterioridad a 1850 adquiere relevancia, para las ciencias del espíritu, el método histórico comparativo reservándose la metodología causal explicativa para las ciencias del mundo natural. Dicho método postula la interpretación de la acción humana y la comprensión del sentido de esa acción. Se destaca aquí la figura de Max Weber quien  promueve una ciencia de la realidad orientada a la comprensión racional y evidente cuya objetividad quedará garantizada con la construcción de una herramienta metodológica: los tipos ideales. Esta herramienta sirve para comprender el significado cultural de conexiones históricas concretas excluyéndose la idea de una ciencia que generaliza y elabora modelos aplicables a todos los casos de base similar.

En el transcurso del siglo XX, la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt se propondrá como tarea reactualizar el marxismo para dar cuenta de los cambios que iban dándose en la estructura de la sociedad capitalista. Autores tales como Horkheimer, Adorno y más próximo a nuestros días Habermas, figuran entre sus principales referentes. Max Weber ejerció sobre ellos una notable influencia por la actitud hermenéutica3 y el proceso de racionalización.

Una vez sintetizado el pensamiento de lo social  en tres de sus vertientes clásicas, surge el interrogante sobre cómo se traduce la teoría social moderna en la investigación contable. Para intentar alcanzar una aproximación a ese conocimiento, se presentan los apartados siguientes. Tal como se adelantara en la introducción, este análisis será necesariamente reduccionista4, y parte del recurso de contraponer dos líneas de investigación contable5, la teoría positiva en contabilidad, como la teoría dominante, y la corriente crítica interpretativa, como alternativa. Durante el desarrollo del trabajo surge que para su mejor comprensión, es necesario desagregar ésta última y plantear por separado, al enfoque interpretativo y la teoría crítica.

3. El pensamiento positivista en contabilidad

Como respuesta a las teorías normativas que se ocupan de investigar lo que debería suceder, los investigadores contables comienzan, en los años 1970 y 1980, a interesarse por las teorías positivas que pretenden explicar el mundo como es. Según Watts y Zimmerman (1978, 1986 ,1990), su objeto de estudio es explicar y predecir las prácticas contables observadas. Sus investigaciones tienen una orientación estadístico – empírica. Su aparición dio paso al abandono de algunos de los supuestos de la visión convencional: la presunción de situación de certidumbre, la información sin costo y la existencia de un único propietario o responsable de la toma de decisiones.

La microeconomía, en especial la neoclásica, influye directamente en ese proceso y específicamente la teoría de la agencia, que logra separar al propietario del responsable de tomar decisiones. La información se trata como si fuera cualquier otro bien y por lo tanto como poseedora de costos y beneficios. Jensen y Meckling (1976) definen a la relación de agencia como el contrato en el que una o más personas -el principal- encarga a otra persona -el agente- el desarrollo de un servicio en su nombre, lo que supone delegar parte de la toma de decisiones en el agente. Se considera de esta forma a la empresa, como “una serie de contratos, negociados libremente entre actores económicos racionales” (Ryan, Scapens y Theobald, 2004, p. 107).

Las teorías positivas investigan cómo interactúan las variables en el mundo real, con el fin de ayudar a quien toma las decisiones a comprender esa interacción y de acuerdo a ello, elegir la forma de actuar más acorde a sus preferencias. A su vez esta persona es alguien que maximiza las utilidades y que opera en un sistema de mercados competitivos, siendo esto un conjunto de supuestos, que no serán trabajados como hipótesis en la investigación positiva. Estas teorías buscan explicar y en lo posible predecir aspectos de la realidad contable “relacionados con los procesos de regulación, la relación entre los precios de mercado y las cifras contables, la posibilidad de predicción de quiebras mediante el uso de cifras contables, el comportamiento de los agentes en relación con los sistemas contables y con la regulación contable” (Wirth, 1999, p. 21).

En la clasificación de Tua Pereda (1991) se encuentra identificada como Neopositivismo Inductivo la corriente que se acaba de exponer. Define como dos de sus características esenciales, el abordaje de la disciplina desde una posición netamente empírica basada en la observación de los hechos y la utilización de líneas de investigación inductivas tales como las teorías de la agencia y de la red contractual. Caracteriza al Neopositivismo Inductivo como un enfoque integrador surgido como consecuencia de la insuficiencia del enfoque del mercado. Sus hipótesis básicas son la existencia de un equilibrio en la empresa entre los diferentes estamentos concurrentes en la misma, el hecho de que un cambio contable puede incidir en tal equilibrio y que la preferencia de un método contable está condicionada por el propósito gerencial de actuar sobre ese equilibrio.

La investigación positiva en Contabilidad tiene como objetivo (Monterrey Mayoral, 1998): a) explicar a través de un conjunto coherente de razones sustentadas desde una estructura (teoría) que nos permite interpretar los hechos observados. Así es posible explicar la forma y el rol que desempeña la Contabilidad en los mercados y en las organizaciones; b) predecir a través de la teoría el comportamiento del fenómeno observado y su variación en el tiempo. Así es posible prever las consecuencias de los fenómenos contables observados, tales como el anuncio del resultado o la aplicación de una determinada política contable por parte de una empresa.

4. Punto de inflexión y dos de sus manifestaciones: el enfoque interpretativo y la teoría crítica.

Para autores como Mattessich (2006, p. 223), el enfoque alternativo al expuesto en el apartado anterior surge desde Gran Bretaña y lo denomina, corriente crítica interpretativa, conocida por sus siglas en inglés CIV: Critical Interpretive View. Caracteriza a esta línea de estudio como influenciada por la sociología, la psicología y la filosofía, y le asigna un rol de crítica a la economía neoclásica y liberal, inclinando sus preferencias políticas hacia el socialismo. Quienes adhieren a esta línea de pensamiento, en oposición a la PAT (Positive Accounting Theory), proponen un análisis crítico y socio-histórico de la Contabilidad, en el cual se tendrá en cuenta tanto las condiciones en las que se lleva adelante la práctica contable, como las consecuencias de la misma. La Contabilidad es entendida como tecnología, en oposición a la visión de la Contabilidad como práctica técnica. El énfasis puesto en la Contabilidad vista como tecnología asigna un nuevo rol a la Contabilidad resultando una materia vital para todas las esferas de la vida social ya que se constituye en una práctica intrínseca y constitutiva de las relaciones sociales.

Uno de sus principales exponentes, Peter Miller (1994), afirma que en los comienzos de la década de los años 1980 se produce una transformación en la manera de entender a la contabilidad; desde entonces y en adelante las prácticas contables dejan de ser consideradas principalmente en sus aspectos organizacionales. Particularmente señala al Congreso llevado a cabo en la Graduate School of Management de la Universidad de California en Los Ángeles en Julio de 1981, como el evento que “marcó la naturaleza incipiente de la investigación dentro de los contextos sociales de las prácticas contables(Miller, 1994, p. 8). Si bien el tema de ese Congreso estaba focalizado en la contabilidad en su contexto organizacional, Anthony G. Hopwood presenta un trabajo en el cual concluye que la contabilidad nunca puede ser vista en términos puramente organizacionales. A partir de allí puede identificarse a Anthony Hopwood como el líder intelectual de esta corriente, siendo también quien edita desde 1975, la revista Accounting, Organizations and Society, principal órgano de difusión de la misma.

A partir de allí las agendas de investigación comienzan a prestar atención al contexto social e institucional en el cual la contabilidad opera basándose en dos cuestiones fundamentales: en primer lugar fueron el resultado de la observación empírica, en tanto que las agencias modernas se sintieron atraídas hacia la contabilidad para explicar la naturaleza racional de los procesos organizacionales; en segundo lugar también son el resultado de las contribuciones de otras disciplinas, en especial de la Sociología y de la Ciencia Política, que trascendieron al ámbito de la investigación contable.

A los efectos de resaltar la existencia de un punto de inflexión, a partir del cual comienzan a hacerse escuchar las propuestas alternativas de investigación en contabilidad resulta interesante la agrupación de los enfoques interpretativos y críticos realizada por Mattessich. Pero si bien ambos comparten la creencia de que las prácticas sociales no son fenómenos naturales, sino que tienen una base social (Ryan, et al., 2004, p. 119), en este punto se entiende, que es deseable desagregar los dos enfoques agrupados, para develar sus particularidades.

4.1. Enfoques interpretativos.

Para Larrinaga González (1999) la investigación interpretativa será caracterizada como aquella interesada más en conocer y entender, que en actuar y buscar soluciones a problemas contables. No es apriorística, tratará de analizar el problema como un fenómeno más de la realidad social a investigar y de comprender la interacción humana. El investigador interpretativo presupone que existe cierto significado conjunto que merece ser comprendido.  A su vez los seres humanos actuarán de acuerdo a los significados que las cosas tienen para ellos y ese significado será el resultado de la interacción social, y lo más importante, es que esos significados requieren que el individuo permanezca activo en el proceso de interpretación.

Aplicando este razonamiento a la contabilidad, “el significado que tienen las prácticas contables es resultado de la interacción social, por lo que la información o el lenguaje contable puede tener diferentes significados en función de los contextos sociales, políticos e históricos” (Larrinaga González, 1999, p. 114). Es el proceso interpretativo el que permite adquirir esos significados y estos últimos ayudan a objetivar la realidad social. Deviene así la posibilidad de que en algunas ocasiones la práctica contable otorga racionalidad a los hechos ya acaecidos; pero fundamentalmente implica la posibilidad de comprender las prácticas contables.

Para abordar el estudio de la contabilidad, así entendida, la corriente interpretativa propone al lenguaje y la conversación como instrumento de investigación y traducirá a través de entrevistas semiestructuradas, observación participante, revisión de documentos, estudios históricos o estudios de casos.

4.2. La teoría crítica.

La perspectiva crítica se interesa en el cambio, la coacción, los conflictos y la explotación que encuentra presentes dentro de las organizaciones.  Las prácticas contables “se constituyen en sofisticados mecanismos de control diseñados para asegurar la subordinación institucionalizada de los trabajadores a las necesidades del capital”  (Larrinaga González, 1999, p. 116).

La contabilidad no puede estudiarse, desde esta perspectiva, como una actividad de servicio técnica y racional, sino que deberá estudiarse como una particular forma de racionalidad calculativa que construye y a su vez está construida por relaciones sociales. La teoría crítica supone a las prácticas contables como promotoras del cambio social. Lo general da sentido a lo particular y sólo así pueden comprenderse los fenómenos. Los estudios críticos centran su atención en la relación entre la contabilidad y la totalidad social, económica, política e ideológica, para lo cual el método preferido es el estudio histórico, ya que es el que permite encontrar las relaciones entre eventos.

5. Reflexiones

Motivaba la realización de este trabajo la posibilidad de examinar distintas perspectivas que han analizado el fenómeno de lo social, tratando de encontrar algún tipo de correlato con aquellas que se han abocado a profundizar en la investigación contable. La ciencia actúa sobre la realidad, y si bien los hechos de la realidad son los mismos para todos, no todas las miradas los ven de igual forma. En ocasiones esa disparidad genera controversias, pero el estado permanente de crítica y de discusión científica beneficia a la ciencia al alejarla del dogmatismo. Se considera imprescindible conocer los supuestos de cada teoría a la hora de investigar, ya sea sobre las prácticas contables o sobre la sociedad, así como los que las diferencian pues se trata de una tarea básica para el investigador.  Este trabajo se presentó como una aproximación a esa idea.

En la selección de tradiciones en investigación contable, la Teoría Contable Positiva, el Enfoque Interpretativo y la Teoría Crítica, se intentó aportar más de una mirada sobre cada una de ellas. En la caracterización de las mismas, se buscó identificar los supuestos básicos que se habían referenciado en la primera parte del trabajo, para determinar si podía hallarse alguna relación.  En párrafos siguientes se presentan algunas reflexiones que surgieron del recorrido expuesto.

El pensamiento positivista le otorga a la contabilidad el status de ciencia basado en la posibilidad de documentar y registrar los hechos de la realidad de manera neutral y la posibilidad de establecer modelos para predecir y, por ende, controlar. En el caso del Enfoque Interpretativo hay una preocupación por captar y comprender el sentido de la acción, que en este caso son las prácticas contables; para la Teoría Crítica no hay prácticas contables independientes de las teorías, la conciencia está construida socialmente por lo tanto los hechos que se perciben no son la realidad sino una falsa apariencia, resulta así que las prácticas contables reproducen la desigualdad estructural básica que conduce al conflicto entre las clases.

En el plano metodológico, para el pensamiento positivista el hecho contable tiene una realidad concreta y empírica que es independiente, anterior y externa a los individuos que lo intentan conocer; se conoce a partir de la observación de la realidad. Asimismo las experiencias de los individuos son determinadas por el entorno social que los rodea, por lo cual no pueden más que comportarse mecánicamente, siendo así la naturaleza humana determinista. Se trata de una visión que considera al hecho como expresión de un sistema que no sólo es estático sino adaptable a cualquier realidad social, motivo por el cual se aplican los métodos de las Ciencias Naturales para intentar dar cuenta de las regularidades sociales, implicando ello la preeminencia de la metodología cuantitativa por sobre la cualitativa. La mirada interpretativa, en cambio, expresa la necesidad de interpretar la realidad contable en una particular situación histórica – social que es producto del entendimiento individual. Se trata de una concepción que entiende al individuo como potencialmente autónomo, capaz de crear su propio entorno lo que conlleva una naturaleza humana voluntarista. El método de análisis proviene de la hermenéutica, de la interpretación de la conducta humana y de los mundos de cultura en la que ella se objetiva. En tal sentido cobra relevancia lo cualitativo por encima de lo cuantitativo. El enfoque crítico, al preferir el estudio histórico de las condiciones sociales de producción y reproducción de las prácticas, comparte la orientación cualitativa. Se observa así, como en el plano metodológico, hay una correspondencia entre perspectivas.

Un punto interesante refiere a los presupuestos sobre la naturaleza de la sociedad. El pensamiento positivista tratará de explicar la naturaleza del orden social y del equilibrio, el enfoque crítico se interesará por el cambio, los conflictos y la coacción que se producen en la desigual estructura social, mientras que la mirada interpretativa buscará entender y comprender la realidad social. Esta diferencia se encontrará presente también, en las perspectivas contables.

Establecidos esos nexos entre las teorías sociales y las contables, resulta interesante reflexionar críticamente sobre ellas. El pensamiento positivista: la tendencia a la modelización conlleva la homogeneización de las prácticas, las organizaciones son un conjunto de individuos aislados y no se tienen en cuenta la relación entre ellos y su contexto organizativo; las prácticas contables tienen siempre un origen y tienden a una evolución lineal que denotarán en progreso el cual conducirá cada vez más, a prácticas más exactas y verdaderas. Sobre la mirada interpretativa: la duda que presenta un trabajo de interpretación es la toma de distancia que debe guardar continuamente el investigador con su objeto de investigación, como así también las consecuencias de  la circularidad intrínseca de la interpretación. Captar la búsqueda de sentido requiere la complementariedad de la explicación en pos de desplegar las múltiples condiciones que hacen posible la práctica contable. El enfoque crítico tiene como limitación que las conclusiones de los estudios sean anteriores al trabajo de campo, debido a la ideología, y que subestiman al hombre en su capacidad individual para darse cuenta por si mismo de la lógica de la estructura social capitalista. Al considerar al capitalismo como un producto universal, de alguna manera se está construyendo un modelo de la realidad social. Otro punto a tener en cuenta, es la reducción a las solas causas económicas, que no es exhaustiva en ningún campo de la vida cultural, ni siquiera en el de los procesos económicos.

Algo que comparte el pensamiento positivista en contabilidad con el positivismo al interior de la teoría social, es la hegemonía que ambos manifiestan dentro del paradigma. Sin embargo hay enfoques alternativos en contabilidad, no acabándose los mismos en los presentados en este trabajo (Ryan, et al., 2004). La ventaja de conocer estos últimos puntos de vista, es que proponen una nueva forma de estudiar a la contabilidad y permiten la existencia de una pluralidad de visiones lo que contribuye a la democratización del saber, hace posible la libre elección y amplía la mirada de quien investiga. Como resultado de ello, se espera que el presente trabajo promueva la necesidad de debatir sobre las alternativas que hoy se presentan, al momento de encarar un trabajo de investigación en materia contable.


Referencias Bibliográficas

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Notas

* Docentes-Investigadoras. Sandra S. Aquel es docente de Práctica Profesional de la Carrera de Contador Público. Lucía Cicerchia es docente de Introducción a las Ciencias Sociales y Sociología de la Licenciatura en Economía.

Contacto: sanaquel@hotmail.com

1 Una primera versión de este trabajo se incluyó en la ponencia “Perspectivas contemporáneas de investigación en Contabilidad” (Aquel, Cicerchia y Mileti, 2010), defendida en la XVI Jornadas de Epistemología para las Ciencias Económicas (JORESPI). Agradecemos los útiles comentarios de los asistentes a la reunión. Este trabajo es un resultado del proyecto de investigación ECO123, radicado en la Escuela de Contabilidad de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística de la Universidad Nacional de Rosario.

2 Basado en Cicerchia, L y Llansa, S. (2010)

3 El análisis hermenéutico conecta a Weber con su antecesor Dilthey quien fija el punto de partida  en el individuo libre y singular que actúa en la historia y que posee una cultura que le permite dar sentido a sus actos. La actitud hermenéutica consiste en la búsqueda de sentido, en captar  la intención de la acción.

4 No se incluyen en este trabajo la distinción entre contabilidad de gestión y contabilidad financiera, e intencionalmente se presentan como bloque para facilitar el análisis aún sabiendo que cada corriente tiene sus matices.

5 Inspirado en Mattessich (2003).